Ubicación tranquila en el corazón de Marrakech, cerca de todo. Atención de lujo, Freddy como un papá, siempre listo para ayudar. La terraza es un verdadero relax, ideal para un descanso. Comida deliciosa, ¡ay Dios! Volvería sin pensarlo.

El lugar es precioso y cómodo, la terraza superior es perfecta para las noches. Nos encantaron las camas y el aire acondicionado, ¡casi me quedo dormida ahí!

El wifi a veces era más lento que yo intentando decidir qué ponerme.

Fue una elección inteligente para una parada rápida en Marrakesh con muy buena relación calidad precio. Me sorprendió lo amables que eran los dueños, siempre dispuestos a ayudar. Un consejo, si llegas de noche, asegúrate de tener coordenadas claras para no perderte en la medina.

La terraza es un verdadero oasis para relajarse.

Disfrutamos de una estancia encantadora en este riad. El dueño, Fred, se aseguró de que tuviéramos todo lo que necesitábamos y nos dio consejos útiles sobre lugares para visitar. Lo mejor fue la cena que nos preparó, ¡fue una delicia!

Para los padres de familia estaría bien tener más actividades para los niños.

La decoración es hermosa, llena de arte francés y artefactos marroquíes. Las habitaciones son amplias y cómodas, con un gran baño. Lo mejor fue el trato de Frederic, quien siempre estuvo dispuesto a ayudar y que preparó una cena deliciosa que nunca olvidaré. La terraza fue un verdadero oasis para relajarse.

Nada que señalar.

una experiencia auténtica en el corazón de marrakech con cena deliciosa y atención excepcional

El Riad Ka es un lugar donde cada rincón está lleno de encanto. La atención de los anfitriones es inigualable, siempre dispuestos a ayudar. La terraza es perfecta para relajarse después de un día explorando la medina. ¡No te pierdas la cena que preparan, es de lo mejor! Sin duda, una estancia que quedará grabada en mi corazón.

Ideal para parejas en busca de tranquilidad

El lugar tiene una decoración exquisita. Me encantó que cuando llegamos, Patrick nos ofreció un té y nos dijo que no nos preocupáramos por hacer check-in hasta la mañana. De verdad, es como estar en casa. La cocinera siempre tenía el desayuno listo tan pronto como salíamos de la habitación, ¡te sentías como un rey en la mesa! Además, Fred se aseguraba de que todo estuviera perfecto y siempre estaba disponible para cualquier cosa que necesitáramos.

No fue barato, pero igualmente vale la pena.

La ubicación del riad es excelente, en el corazón de la medina, y el ambiente es acogedor y mágico. La cama era muy cómoda y el aire acondicionado funcionaba perfectamente, lo cual fue un alivio en el calor del día. El gerente fue muy servicial, ayudando a organizar excursiones y recomendando buenos lugares para visitar. Sin embargo, el acceso al riad puede ser complicado debido a las calles estrechas, y no hay muchas áreas comunes para socializar. Además, el wifi no siempre era confiable, lo que dificultaba la comunicación.

El Riad Ka cuenta con habitaciones con aire acondicionado que ofrecen vistas al patio y un baño privado con albornoces y artículos de tocador gratuitos. Me encantó la posibilidad de disfrutar de un desayuno continental con especialidades locales y la terraza en la azotea con plantas y tumbonas para relajarse.

Pocos espacios comunes.